Soy un enamorado de las Nuevas Tecnologías (NT) y ya ni recuerdo cuándo fue la primera vez que toqué el primer ordenador, pero si recuerdo que aquello era algo raro, muy raro.
Mi ámbito profesional y por deformación profesional, casi siempre llevo mis razonamientos al ámbito de la psicología y sociología. En parte, si me especialicé en Administradores/as de Fincas, fue por la curiosidad que me creaba la relación propietario/vecino, con los propios AAFF. Todavía y después de 10 años me fascina.
Siempre he pensado que cada uno se lleva a su casa lo mejor de uno, y que luego lo expone en los sitios en los que se siente seguro o bien quiere reflejar una opinión, estado de ánimo,etc.
¿Qué mejor que una Junta de vecinos? Desde luego series como “La que se avecina” etc., pueden ayudar a comprender, aunque doy fe que la realidad supera a la ficción.
Me he preguntado muchas veces ¿De qué pasta tiene que estar hecho un profesional AAFF para sobrevivir a estas reuniones? He podido comprobar que desde luego hay de todo. Hay de todo entre los vecinos y también singularidades entre los AAFF.
Entre los vecinos, como ya he dicho anteriormente, en las reacciones que aparecen en una Junta, si intentamos pararnos a ver más allá de la dialética y/o las discusiones propias, podremos comprobar en muchos casos el reflejo de estados de ánimo, realidades cotidianas, ilusiones y decepciones…
Más allá de los temas de la propia junta nos encontramos en muchas ocasiones con verdaderos escaparates de explosión de emociones y ahí es donde voy.
En el artículo que hoy nos ocupa:
Vecinos sin secretos tras el portal. Leer aquí
Muy bien comunica Salvador Díez la necesidad de adaptar nuestro despacho como AAFF al uso de las Nuevas Tecnologías. No podría estar más de acuerdo, máxime cuando las conozco, las utilizo, conozco la profesión y sé que su buen uso puede ayudar y de qué manera…
Hay varios factores por los que el uso de ciertas herramientas informáticas no son «imprescindibles». Uno de los más imporantes es que no hay que pasar por alto que una gran parte de la profesión tiene una edad que supera los 45/50 años. Con ello quiero decir que culturalmente no han crecido con la informática y en muchísimos casos, no están orientados a los resultados que les pueden dar el uso de las NT en el día a día. Sin embargo pueden ser verdaderos maestros en lidiar con los factores emocionales que he comentado con anterioridad y que tan sumamente importantes son.
¿Cuántas profesiones conocemos que tengan un factor emocional y humano tan importante como los AAFF?
En definitiva, hay que ir actualizándose según las circunstancias de cada uno. Las Nuevas Tecnologías son un hecho presente y por cierto, particularmente doy gracias por ello Herrramientas informáticas que AYUDEN a la labor diaria de los AAFF, es básico, las hay y muy buenas, sin embargo, no habrá, por lo menos en muchos años, programa informático que sustituya la labor emocional del AAFF y que para mí, es la base de esta profesión. Hoy por hoy, la relación propietario/vecino con el AAFF requiere asidaumente el cara a cara.
Creo que es una gran oportunidad para el colectivo y una fortaleza comprender la importantísima baza que eso supone en su labor del día a día. No todas las profesiones tienen la oportunidad, lejos de considerarlo una amenza, establecer el componente emocional como un aliado y por mi parte El principio de la fidelidad se basa en ello y considero de interés transmitirlo.