Renovación responsable.
En esta ocasión es el Colegio profesional de Administradores de Fincas de Madrid el que está en movimiento.
Damos la bienvenida a Manuela Julia Martínez Torres, como nueva presidenta aunque ya con dilatada experiencia en la organización donde se le presenta un nuevo reto. Dentro de su programa, la actual presidenta ha manifestado en diferentes medios interesantes reflexiones que hemos seguido:
“Los administradores de fincas colegiados han votado por el cambio y la renovación, siendo el primero de sus objetivos potenciar la imagen como garantía de prestigio social, no solamente ante los ciudadanos sino también ante las instituciones públicas y privadas” http://bit.ly/1ADCrlI
“….reforma de los estatutos colegiales y el cambio del sistema de elección para que se renueven todos los miembros de la Junta de Gobierno. http://bit.ly/1yVqror
“…poner en valor el reconocimiento de la profesión de Administrador de Fincas Colegiado como la más capacitada para trabajar conjuntamente con las Administraciones públicas o agentes que intervienen de forma directa en las Comunidades de Propietarios.”
http://bit.ly/1ADDi5O
«Debemos dar valor a un trabajo fundamental para nuestros clientes y que actualmente está infravalorado», http://goo.gl/wd9cb4
“…los administradores colegiados deberían tener más participación en estas decisiones «y no ser sólo la herramienta final para cumplir sus objetivos»http://goo.gl/wd9cb4
«El amparo del Colegio Profesional responde de los servicios que presta un administrador colegiado con los criterios de independencia, eficacia y responsabilidad. En el apartado económico, el Colegio garantiza la actuación con dos seguros, una fianza colegial de hasta 25.000 euros y un seguro de responsabilidad civil de 650.000 euros», asegura.” http://goo.gl/L7IqVz
Desde mi punto de vista, no es poco lo que la presidenta propone, yendo muy bien encaminada en cuanto a programa y experiencia. De hecho el Colegio de Madrid es uno de los más proactivos del colectivo y ella forma parte del mismo desde hace tiempo. Pretende continuar, según comenta, con una labor evolutiva basada en “la independencia, eficacia y responsabilidad…”.
Merece la oportunidad y el apoyo necesario, porque como ya he mencionado con anterioridad, estos valores son entre otros, básicos para que el colectivo sea invulnerable lo que no insensible.
Huyendo de todo aquello que no tenga que ver con lo puramente profesional y lejos de rencillas partidistas, que en nada favorecen a los colegiados , Clientes, ni tampoco a los que colaboramos, nada mejor que dejar trabajar a profesionales y si dentro de su programa indica la renovación total de la Junta, con personal capacitado, sin identidad ideológica y sin otro objetivo que no sea el de las ganas de trabajar por y para los objetivos del Colegio, mi más sincera enhorabuena.
Desde la entrada de la ley Ómnibus y la de libre competencia, los Colegios de Administradores de Fincas toman una nueva dimensión. No se trata de ofrecer servicios diferenciadores de otras asociaciones, que también. sino de ser el Ente de referencia y para ello, los servicios considero deben de ir dirigidos, al propio colegio, a los Colegiados, a los propios Clientes y como puente a las Administraciones públicas y organismos que deben de regular lo ejecutable.
Siempre hemos defendido la figura del Colegio, más que como medio representativo como sistema eficaz y eficiente. ¿Motivo? Porque representa a un medio cuya labor principalmente es empresarial y social.
Principalmente: La estructura jerárquica no tiene parangón ni lo podrá tener en años con ninguna asociación o colectivo, porque sólo el mundo, tuvo la capacidad de hacerse en siete días, organizaciones de este tipo lleva años.
Desde el Consejo nacional de Administradores de Fincas, hasta los diferentes Consejos autonómicos, llegando a los Colegios Territoriales, la estructura es compleja y en principio perfectamente escalada.
Desde mi punto de vista, cuenta con todas las herramientas 
necesarias para lo que considero una oportunidad única para renovar la imagen y concienciar a los organismos competentes de la necesidad de velar para que estas instituciones sigan manteniendo el valor que les corresponde. Eso significa, vigilar para que asociaciones emergentes no sean impunes ante ataques insensibles y sin sentido, basadas supuestamente en la labor más puramente empresarial y lúdica, haciendo un daño enorme al sector, que de por sí ya tiene que luchar en el día a día contra causas exógenas y endógenas.
Sin embargo, esto no está exento de responsabilidades.
Cualquier colectivo que se preste, vendrá ávido de propuestas y podrá aprovecharse de las potenciales “debilidades” de los anteriores, para ofrecer sus servicios a los profesionales con suma facilidad, ofreciendo alternativas, que en muchas ocasiones no pasan de ser teóricas, pero que siendo el objetivo, la captación, cumplen con el mismo.
La fuerza que pueden ejercer desde Consejo a Colegios, pasa por un importante componente de corporativismo sin descuidar las necesidades individuales de cada Colegio, pero como he manifestado en no pocos post, “Fuenteovejuna… todos a una”
Si queremos obtener el apoyo de los organismos competentes, luchar por sus intereses, concienciar a las Comunidades de propietarios de la labor ingente y como bien dice la presidenta… “no siempre valorada”, ahora hablaríamos de una importante oportunidad.
Los Administradores de Fincas profesionales se merecen mucho más. El trabajo que desarrollan a “cuota fija” no deja de crecer, la competencia entre ellos mismos es en ocasiones desproporcionada y la amenaza exterior está ahí.
Los Colegios tienen mucho trabajo por hacer, pero considero que hoy por hoy, sólo ellos están capacitados para hacerlo. Lo dicho “Eficacia, eficiencia y responsabilidad”
He dejado para el final, el comentario realizado por la presidenta “…los administradores colegiados deberían tener más participación en estas decisiones…” Este es uno de los objetivos más importantes, si no el mayor y lo considero así porque el mayor activo del Colegio, son los Colegiados, son el motor del mismo. En este caso y para hacerles partícipes, considero que hay dos puntos importantes:
1.- Como cualquier colectivo, el colegio debe ofrecer servicios orientados más que a ofrecer sus servicios, a que los mismos estén destinados a cubrir las necesidades del colegiado y de las Comunidades como prioridad absoluta
2.- Los colegiados, deben de concienciarse de que su participación es necesaria y que ocupar parte de su tiempo, no es tiempo perdido sino una inversión rentable. Hay que aportar también para recibir.
Bienvenida presidenta
