ARTÍCULO DE OPINIÓN
300.000 personas han cambiado de domicilio por problemas de accesibilidad en su vivienda.
La ley de Propiedad Horizonal establece que las obras de accesibilidad solo pueden realizarse con los votos de la mayoría de los propietarios. Ante la negativa de la mayoría de los vecinos las personas con movilidad reducida tienen que cambiar de domicilio por uno que tenga un acceso apto para ellos.
Cuando veo noticias donde una persona se ve obligada a cambiar su domicilio por problemas de acceso no puedo evitar sentir cierta vergüenza. Los que no sufrimos de discapacidad, al pensar que nunca nos va a suceder, normalmente miramos para otro lado.
En este caso concreto, los vecinos propietarios de las viviendas con sus votos son los que deciden si una persona puede seguir viviendo en un edificio o no.
A mi modesto entender la decisión en tantos casos de no realizar las obras necesarias se debe a motivos económicos, ya que los gastos resultan muy elevados y muchas familias no pueden aportar esas cantidades.
En esta sociedad, donde desgraciadamente los fondos públicos no se administran en función de las necesidades de los ciudadanos beneficiando sólo a unos pocos, deberían cambiar la Ley y subsanar con dichos fondos los gastos necesarios, beneficiaria no sólo a las personas discapacitada mejorando su calidad de vida, sino también al resto de los que hemos tenido mejor suerte y que vivimos alrededor de ellas.
Pilar A. Vicente
Jefe Admon y At Cliente
Mudéjar Grupo
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