La protección de datos en los juguetes para niños

La privacidad en los juguetes conectados para niños

A día de hoy,  no es difícil que los más pequeños tengan juguetes  conectados a un smartphone o a internet, y que les ofrezca miles de posibilidades nuevas de interacción.

Esto supone tener que aceptar -habiéndolos leído o no- términos de privacidad que podrían vulnerar nuestra protección de datos.

Los juguetes conectados suelen requerir una instalación desde una app, que después los transmite a internet. Normalmente, dichos accesos le permiten registrar sonidos e imágenes a través de micrófonos o cámaras, que podrán grabar todo aquello que los niños digan o hagan en cualquier momento (y todo lo de su alrededor).

Antes de realizar la compra, debemos interesarnos por saber qué datos va a recoger el juguete, así como cuál protocolo utiliza para intercambiar información con la app. Y si hay posibilidad de cambiar ciertos permisos para restringir su acceso más de la cuenta.

Una forma de informarse es preguntar al personal del establecimiento donde quiera adquirir el producto. Y por otra parte, revisar el manual de instrucciones antes de su compra. 

Desde la OCU han advertido en varias ocasiones sobre los riesgos de estos juguete ya que pueden contar con wifi propio a la que se accede sin contraseñas y «en según qué manos puede resultar peligroso». «Además, desgraciadamente hoy en día no existen leyes que regulen este tipo de seguridad y son los consumidores, en este caso menores de edad quienes resultan más perjudicados», alertan desde la asociación de consumidores.

 

Esta información ha sido extraída de la infografía de aepd

Cómo evitar que un juguete sea hackeado:

1.- Cambiar las contraseñas que vienen por defecto.

2.- Revisar el uso de los menores (con quién chatea, qué hacen… ).

3.- Establecer controles parentales en los dispositivos electrónicos (móviles, tabletas, consolas… ) siempre que se pueda.

4.- Actualizar en la medida de lo posible el software.

En cualquier caso, hay que informarse bien antes de comprar cualquier juguete que se conecte a internet,  y prestar atención a los que ya tenemos, para saber hasta dónde están accediendo a nuestros datos.