Los tribunales suelen fallar a favor de compañías como Zara, ya que estiman que los productos a precios populares no se pueden confundir con las creaciones de diseñadores de lujo.
«No hay copias, son tendencias. La esencia de la moda es la imitación». Estas reflexiones de expertos en moda las comparten los tribunales de justicia, que suelen dar la razón a las empresas low cost en las demandas de marcas de lujo, como Louboutin, que alegan que Zara u otras cadenas han copiado sus exclusivos diseños.
Los pleitos se incrementan por la crisis y siguen dos caminos: el del lujo contra sí mismo, porque todos quieren ser tendencia, como el caso de Christian Louboutin contra Yves Saint Laurent; y el del lujo contra el low cost, como el de Louboutin contra Zara.
Los conflictos entre marcas de lujo se suelen solucionar con acuerdos extrajudiciales y transacciones que no trascienden, con excepciones. Sin embargo, las demandas contra el low cost suelen acabar en los tribunales. Aunque, en el caso de Zara, cuentan los expertos, Inditex intenta llegar a acuerdos. A menudo, suponen el reconocimiento del derecho del denunciante, la renuncia o cese en la producción y una compensación.
La Corte de Apelación de Nueva York decidió sobre el contencioso que había planteado Louboutin contra Saint Laurent. Ambas firmas se consideraron ganadoras. Saint Laurent se mostró satisfecho porque le permiten seguir vendiendo zapatos monocromáticos en rojo. Louboutin demandó a Saint Laurent en 2011.
El caso pasó al Tribunal de Apelación cuando un juez de Nueva York estimó que sólo Louboutin tiene derecho a producir las suelas rojas, pero desestimó la demanda de que los zapatos de Saint Laurent imitaran a la marca Louboutin. Las suelas rojas están protegidas, pero una excepción de la regla es cuando el zapato entero es también rojo. La Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos protegió la enseña y las suelas rojas de Louboutin en 2008. La marca fabrica suelas rojas desde 1992.
En 2011, Louboutin perdió una demanda contra Zara en la que alegaba que un zapato con la punta abierta y suela roja que costaba menos de 40 euros era similar a un modelo suyo. El tribunal francés falló que el calzado de bajo coste de Zara no se podía confundir con el que hacía un diseñador de alto nivel y la corte de casación ratificó esta decisión.
Enrique Martín, socio director de Ibidem Consulting, que ha sido abogado de Versace, apunta que «es más fácil proteger a las marcas que a la moda. Las firmas no pueden defender todos sus modelos. La marca es el activo más valioso y duradero, las colecciones pasan rápidamente». Sin embargo, Martín matiza que las tendencias no se pueden preservar, sólo los modelos concretos en que se plasman.
Es decir, a pesar de las dificultades, las marcas de moda disponen de herramientas legales para proteger sus diseños (ver información adjunta). En el caso de Louboutin, ha registrado las suelas rojas en EEUU, pero esto no le cubre frente a quienes fabriquen zapatos rojos en su totalidad, como Yves Saint Laurent, o de suelas parcialmente rojas, por ejemplo.
Nuria Marcos, directora de Pons Patentes y Marcas, explica que «se considera que Zara, H&M, Blanco o Mango, en muchos casos, han democratizado el mercado de la moda y que no ponen en peligro el diseño porque, en definitiva, lo que hacen es captar tendencias y hacerlas llegar a un público diferenciado de aquel al que se dirigen Chanel, Dior o Armani».
Marcos apostilla que incluso se potencia una fusión de este tipo de marcas con las grandes firmas de lujo. «H&M saca cada año una colección creada por un gran diseñador (Marni, Stella McCartney, etcétera.), sin que pongan en peligro sus respectivas marcas, logrando así que la oferta se complemente».
Vías para proteger legalmente la moda
Las empresas innovadoras disponen de diversas vías para proteger sus diseños. Nuria Marcos, directora de Pons Patentes y Marcas, destaca en primer lugar la enseña, que debe registrarse en todos los países donde comercialmente se tenga presencia, tratando de llegar más allá de la protección tradicional de logotipo y denominación.
Además, está el diseño, pero apenas se protege por el breve ciclo de vida del producto. En algunos países como España se pueden proteger los diseños como obras de arte aplicadas. Las razones para registrar un diseño tienen que valorarse caso a caso, pero el diseño registrado es mucho más seguro. La Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) ofrece una forma de protección especial para los diseños industriales no registrados durante un período breve, para probar la acogida de nuevos diseños en el mercado antes de decidirse a protegerlos.
Fuente: www.expansion.es